viernes, 1 de noviembre de 2013

Una para el Día de Difuntos

La muerte y su atractivo morboso; Eros y Tánatos como impulsos vitales; los muertos omnipresentes que no se van nunca del todo hasta que morimos nosotros con nuestros recuerdos...
Os sugiero que visitéis esta inquietante página sobre el desasosegante fenómeno de la fotografía post mortem.
Lo peor es que en muchos casos es difícil identificar quién es el muerto.
Somos lo que somos y no somos casi nada; no hay más...
Aquí tenéis un adelanto truculento. Sirva como aviso a las almas cándidas.