martes, 26 de mayo de 2009

Amueblar la casa

Mira tú: un ratito perdido y se me ocurre empezar un blog. Como si esto fuese cualquier cosa. Como si tuviese la misma importancia que escribir en esos papelillos que voy dejando por todas partes o en esos archivos de texto que guardo en qué sé yo qué rincón del disco duro; cosas que nunca leerá nadie (ni yo). Millones, miles de millones de personas estáis ahí con los ojos muy abiertos para leer lo que pongo, y me lo tomo yo como quien ve correr las nubes, como si nada. Ya ves.
Bueno, ante tanta presión, no me queda más que la filosofía: Nec metu, nec spes. Séneca sí que sabía. Ojalá hubiese tenido un blog...
Empezaré con calma. Perdonadme si estas primeras anotaciones me las tomo con vacilación, duda, miedo o inconsistencia. Me voy a imaginar que tengo que amueblar la casa donde viviré durante un tiempo. Sin más.
Pofaleposí. A ello.

No hay comentarios:

Publicar un comentario