martes, 7 de julio de 2009

Dioses

Sí. Quizá la literatura sea Dios.
No es nueva la identificación del Ser Supremo con el escritor del libro de los destinos. Calderón lo vio como un director de escena (decisivo regidor a pesar del libre albedrío), Unamuno como un novelista al cual sus personajes apelan (oración). El Dios de la Biblia dicta el comienzo de la Historia, largas marchas errantes (y épicas) por el desierto y evangelios (líricos en su desnudez).
¿Dios escribe literatura? Sin duda. Dios escribe, sobre todo, poemas. Y cada ser humano (por oposición a Supremo, ínfimo) que decide escribir, es un poco Dios. O participa de Dios-literatura.
Dios-literatura, en efecto, porque si Dios "sólo" escribe es agente literario (¡Vaya con el juego de palabras...!), o sea, Dios-escritor, y la literatura es acción que lo sucede, condiciona y esclaviza (Dios estaría ahí para escribir), entramos en contradicción metafísica. Dios "también" es literatura. Escribe y es escritura. Como todo escritor: escribe y es escritura de Dios-texto. Si existe.
Vale. Hoy me he ganado el cielo.

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